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Una infección por coronavirus canino, es una enfermedad intestinal altamente contagiosa que se puede encontrar en perros de todo el mundo. Este virus en particular es específico de los perros, tanto salvajes como domésticos.
Hasta la fecha, varias cepas de coronavirus canino han sido aisladas de los brotes de enfermedades diarreicas en perros. Las instalaciones de cuidado de mascotas suelen exigir la vacunación.

El coronavirus se multiplica dentro del intestino delgado y se concentra a los dos tercios superiores del intestino delgado y los ganglios linfáticos locales. Por lo general, se considera que una infección por el coronavirus es una enfermedad relativamente leve con síntomas esporádicos, o que no presenta ningún síntoma.
Pero si se da el caso de una infección por coronavirus con una infección por parvovirus canino viral, o una infección causada por otros patógenos intestinales (entéricos), las consecuencias pueden ser mucho más graves. Se han registrado algunas muertes en cachorros vulnerables.
Síntomas y tipos
Los síntomas de una infección por coronavirus varían. En los perros adultos, la mayoría de las infecciones son inaparentes, sin síntomas que mostrar. Algunas veces, se puede presentar un solo caso de vómito y unos pocos días de diarrea explosiva (líquida, amarillo-verdosa o anaranjada).

La fiebre es típicamente muy rara, mientras que la anorexia y la depresión son más comunes. Ocasionalmente, un perro infectado también puede experimentar algunos problemas respiratorios leves.
Los cachorros pueden presentar diarrea y deshidratación prolongadas, y corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves con este virus. La enteritis grave (inflamación del intestino delgado) en los cachorros puede provocar ocasionalmente la muerte.
Signos clínicos
Depresión
Pérdida de apetito
Vómitos
Diarrea aguda
Diarrea de color amarillo a naranja que varía de suave a acuosa (también puede contener sangre)
Fiebre (ocasionalmente)

Factores de riesgo
Perros jóvenes
Perros que vienen de refugios, centros de rescate, perreras de cría o tiendas de mascotas
Perrera o guardería canina
Visitar a los peluqueros, parques para perros, o relacionarse con otros perros a diario
Perros que viven en múltiples casas de mascotas
Causas
El coronavirus canino, está estrechamente relacionado con el coronavirus entérico felino (FIP), un virus intestinal que afecta a los gatos. La fuente más común de infección por el virus es la exposición a las heces de un perro infectado. Las hebras virales pueden permanecer en el cuerpo y verterse en las heces hasta por seis meses.
Las condiciones generalmente antihigiénicas aumentan la susceptibilidad de un perro a una infección por coronavirus. Además, los lugares y eventos donde se reúnen los perros son los lugares más probables para que el virus se propague.

Diagnóstico
Una infección por el coronavirus, suele tener algunos síntomas en común con otras infecciones bacterianas, virales o protozoarias, o con intoxicación alimentaria general o intolerancia. Por lo tanto, es posible que sea necesario realizar ciertas pruebas para determinar la causa real de la infección.
A veces los análisis de sangre y de orina suelen mostrar una fisiología normal, por lo que a veces puede ser necesario utilizar pruebas serológicas específicas (suero) o títulos de anticuerpos (medición de la concentración de anticuerpos).

Tratamiento
Los cachorros que han estado expuestos a esta infección y que muestran síntomas necesitarán una atención más cuidadosa. Lo que parece ser una pequeña cantidad de diarrea y vómitos puede llevar a una condición fatal para un cachorro indefenso.
La mayoría de los perros adultos se recuperarán de una infección por el virus por sí solos y sin necesidad de medicación. En algunos casos, la diarrea puede continuar hasta por 12 días y las heces blandas por algunas semanas. Si la infección causa inflamación del intestino delgado (enteritis), problemas respiratorios o intoxicación sanguínea (septicemia), es posible que sea necesario prescribir antibióticos.
Si se produce diarrea y deshidratación graves como resultado de la infección, es posible que el perro necesite un tratamiento adicional con líquidos y electrolitos. Una vez que el perro se haya recuperado de la infección, por lo general no habrá necesidad de más controles. Sin embargo, tenga en cuenta que es posible que todavía haya restos del virus que se estén eliminando en las heces de su perro, lo que puede poner en peligro a otros perros.

Prevención
Existe una vacuna disponible para proteger a los perros de este virus. Normalmente se reserva para perros de exposición y cachorros, ya que tienen un sistema inmunológico poco desarrollado y son los más vulnerables. Debido a que el coronavirus canino es una infección altamente contagiosa, la mejor prevención es aislar inmediatamente a los perros que presenten los síntomas comunes o que hayan sido diagnosticados con él.
También es importante mantener las perreras limpias e higiénicas en todo momento, y para proteger a su perro de entrar en contacto con las heces de otros perros, tanto como sea posible.